jueves, 16 de agosto de 2012

Las lágrimas de la Gomera



¡Ojalá las lágrimas de La Gomera apagaran fuegos!
                                                                                                                                              (Teguerguenche)



Roque de Agando y el Barranco de Benchijigüa antes y después del incendio 

GOMERA

A mi prima Camila Trujillo Cabrera


A cara o cruz he lanzado
a la mar una moneda;
salió cuna y nací yo:
cuna o concha es la Gomera.
Súbete al roque más alto,
silba con todas tus fuerzas
hacia atrás, hacia la infancia,
a ver si el eco recuerda
las bordadas camisillas
que abrigaron mi inocencia.
Sílbame más, mucho más,
que oiga las primeras letras
del alba silabeando
los renglones de mis venas.
Silba, silba sin cesar,
y tráeme la escopeta,
los caballitos de caña
con sus bridas y cernejas,
el croar de los barrancos
y las palmas guaraperas.
Silba, silba sin descanso,
hasta llamar a la puerta
de los que en lucha cayeron
con la rebeldía a cuestas.
Sílbame el Garajonay,
que va siempre sin pareja
bailando el santodomingo
camino de las estrellas.
Sílbame el ritmo de fuego
con que danzan tus hogueras
dando a la noche madura
la juventud doncella.
Sílbame el faro sus luces,
los alfileres que vuelan
a hundirse en el acerico
redondo de las tinieblas.
Sílbame la sal y el agua,
Sílbame el pan y las penas,
y la libertad que amamos
sílbala a diestra y siniestra.
Cierto que no morirás,
mas si algún día murieras
entra en el cielo silbando
y silbando pide cuentas
de por qué te condenaron
a soledades perpetuas.
Y ahora silba más hondo,
silba más alto y sin tregua,
silba una paloma blanca
que dé la vuelta a la tierra.

                                                                                        García Cabrera, Pedro

Artículo de imprescindible lectura: http://incendiolagomera.tumblr.com/