El 13 de febrero de 1945, hoy hace 67 años, se inició el bombardeo de la ciudad alemana de Dresde, que se prolongaría durante dos días, por parte de las fuerzas aliadas aproximadamente doce semanas antes de la capitulación de la Alemania nazi.
Dresde después del bombardeo desde la torre del Ayuntamiento |
Durante el ataque, entraron en acción más de mil bombarderos pesados, que dejaron caer sobre la «Florencia del Elba» cerca de 4.000 toneladas de bombas altamente explosivas y dispositivos incendiarios, arrasando gran parte de la ciudad y desencadenando una tormenta de fuego que consumió el centro histórico de la misma. El número de víctimas varía enormemente en función de la fuente, pero la línea mayoritaria lo sitúa entre 18.000 y 35.000 muertos.
En la actualidad sigue siendo uno de los episodios más polémicos de la Segunda Guerra Mundial y todavía persiste el debate sobre si la capital sajona era un objetivo de interés estratégico, tal y como aseguraron fuentes militares aliadas, si por el contrario el bombardeo fue una represalia desproporcionada e indiscriminada, o incluso si pudo tratarse de un crimen de guerra.
Churchill envió un telegrama dirigido al General Ismay y a los jefes del estado mayor británico en el que hacía hincapié en que seguir destruyendo zonas residenciales y similares era contrario a los intereses de Gran Bretaña tras la guerra. Al día siguiente y tras ser informado por Bottomley del telegrama de Churchill, el Mariscal de la RAF Arthur Harris contestaba así en un escrito al Ministerio del Aire:
"[…] Los ataques sobre ciudades, como cualquier otro acto de guerra, son intolerables a no ser que tengan justificación estratégica. Pero son estratégicamente justificables en tanto en cuanto ayudan a acortar la guerra y salvar vidas de soldados aliados […] Para mí, personalmente, todas las ciudades alemanas que quedan no valen lo que los huesos de un solo granadero británico […] Dresde era una aglomeración de fábricas de munición, un centro administrativo intacto y un nudo de comunicaciones básico para el transporte hacia el Este. Ahora ya no es nada de eso."
El 13 de febrero de cada año tienen lugar actos conmemorativos en Dresde. En el primer aniversario de la devastación, hacia las diez de la noche, dos jóvenes estudiantes escalaron la torre de la Kreuzkirche e hicieron sonar las campanas. Desde entonces, existe la tradición de tocar las campanas de todas las iglesias de Dresde el día 13 de febrero a las 21:45 horas en que empezaron a sonar las alarmas antiaéreas.
Kreuzkirche |
A las 21:45 horas escuchemos las campanas hoy doblan por Dresde y recordemos los versos de Rafael Alberti:
"¡Paz, paz, paz! Paz luminosa.
Una vida de armonía
sobre una tierra dichosa."
"Paz sin fin, paz verdadera.
Paz que al alba se levante
y a la noche no se muera."
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