Stefan Zweig |
"Ningún artista es durante las veinticuatro horas de su jornada diaria ininterrumpidamente artista. Todo lo que de esencial, todo lo que duradero se consigue, se da siempre en los pocos y extraordinarios momentos de inspiración. Y lo mismo ocurre en la Historia, a la que admiramos como la poetisa y la narradora más grande de todos los tiempos, pero que en modo alguno es una creadora constante. También en ese "misterioso taller de Dios", como respetuosamente llamara Goethe a la Historia, gran parte de lo que ocurre es indiferente y trivial. También aquí, como en todos los ámbitos del arte y de la vida, los momentos sublimes inolvidables son raros. La mayoría de las veces, en su calidad de cronista se limita a hilvanar, indolente y tenaz, punto por punto, un hecho tras otro en esa inmensa cadena que se extiende a lo largo de años, pues toda crisis necesita un periodo de preparación y todo auténtico acontecimiento, un desarrollo. Los millones de hombres que conforman un pueblo son necesarios para que nazca un solo genio. Igualmente han de transcurrir millones de horas inútiles antes de que se produzca un momento estelar de la humanidad.
Pero cuando en el arte nace un genio, perdura a lo largo de los tiempos. A su vez cada uno de estos momentos estelares marca un rumbo durante décadas y siglos..."
Prólogo de "Momentos estelares de la humanidad"
"Este es probablemente el libro más famoso de Stefan Zweig. En él lleva a su cima el arte de la miniatura histórica y literaria. Muy variados son los acontecimientos que reúne bajo el título de Momentos estelares: el ocaso del imperio de Oriente, en el que la caída de Constantinopla a manos de los turcos en 1453 adquiere su signo más visible; el nacimiento de El Mesías de Händel en 1741; la derrota de Napoleón en 1815; el indulto de Dostoievski momentos antes de su ejecución en 1849; el viaje de Lenin hacia Rusia en 1917... «Cada uno de estos momentos estelares—escribe Stefan Zweig con acierto—marca un rumbo durante décadas y siglos», de manera que podemos ver en ellos unos puntos clave de inflexión de la historia, que leemos en estas catorce miniaturas históricas con la fascinación que siempre nos produce Zweig". (Editorial Acantilado)
- Cicerón. 15 de marzo de 44 antes de Cristo.
- La conquista de Bizancio. 29 de mayo de 1453.
- Huida hacia la inmortalidad: El descubrimiento del océano Pacífico. 25 de septiembre de 1513.
- La resurrección de Georg Friedrich Händel. 21 de agosto de 1741.
- El genio de una noche: La Marsellesa. 25 de abril de 1792 .
- El minuto universal de Waterloo: Napoleón. 18 de junio de 1815.
- La elegía de Marienbad: Goethe entre Karlsbad y Weimar. 5 de septiembre de 1823.
- El descubrimiento de El Dorado. Enero de 1848
- Momento heroico: Dostoievski, San Petersburgo, plaza Semenovsk. 22 de diciembre de 1849.
- La primera palabra a través del océano: Cyrus W. Field. 28 de julio de 1858.
- La huida hacia dios. Finales de octubre de 1910.
- La lucha por el polo sur: El capitán Scott, 90 grados de latitud. 19 de enero de 1912.
- El tren sellado: Lenin. 9 de abril de 1917.
- Wilson fracasa. 15 de abril de 1919.
Una auténtica obra maestra del gran maestro Zweig.
No hay comentarios:
Publicar un comentario