Extraordinaria escena de la película "Vencedores o vencidos", la confesión de Ernst Janning (Burt Lancaster), alto magistrado de la judicatura nazi, en la que en su confesión, ante el Tribunal de Nuremberg, explica las causas del ascenso del nazismo tomando como referencia la crisis económica y la fiebre de desgracia y de indignidad que se apoderó de Alemania, pero por encima de todo la causa principal que invoca es el miedo: "...el miedo al presente, el miedo al futuro, el miedo de los vecinos, el miedo de nosotros mismos..." y es que:
Una buena lección de la historia que no debe repetirse; por tanto debemos ser conscientes de que:
“Nada tenemos que temer, excepto al miedo en si mismo”
No olvidemos que una población con miedo se gobierna y manipula más facilmente, así que a pelear, de la crisis sólo saldremos juntos, con medidas justas, igualitarias y equitativas y sobre todo sin miedo.
Un buen libro sobre este tema es "La administración del miedo" de Paul Virilio.
Sinopsis:
"Pánico bursátil, crisis económica, cambio climático, terrorismo indiscriminado, catástrofes de origen tecnológico, nuevas pandemias... La enumeración de las amenazas y los miedos contemporáneos es creciente y casi inacabable. ¿Se trata sólo de uno de los movimientos de terror que ya se han producido en otros momentos de la historia? Para Paul Virilio es muy razonable tener hoy miedo, porque la esperanza que se había depositado en el Estado de bienestar tiene cada vez menos fundamento. Los Estados sustituyen su función primordial de garantizar la seguridad física, económica y política de sus ciudadanos por una nueva seguridad globalizada y ajena a los individuos. La nueva ideología «seguritaria» hace del miedo, de su orquestación y su gestión, una política que amenaza la propia democracia. También es consecuencia de una hipermodernidad que ha abolido las distancias y de las nuevas tecnologías que han producido una aceleración del tiempo humano, obligándonos a estar permanentemente conectados con la actualidad. Pero este culto a lo inmediato provoca un profundo malestar en la civilización y socava nuestra relación con el mundo".
El miedo es una emoción básica del ser humano. Jugar con las amenazas, los peligros y el desasosiego es una eficaz arma de control y una excusa perfecta para introducir cambios estructurales que de otra forma rechazaríamos.
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