"Nuestra política no va dirigida contra ningún país o doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos".George C. Marshall (discurso en la Universidad de Harvard el 5 de junio de 1947)
George C. Marshall |
En estos tiempos en que los economistas están en pie de guerra tal señala el artículo del país que acompaño a través del enlace, se cumple hoy 3 de abril de 2012, 63 años de la firma por el presidente Harry S. Truman del European Recovery Program o ERP, más conocido como Plan Marshall. La iniciativa recibió el nombre del Secretario de Estado, George C. Marshall, y fue diseñada en especial por William L. Clayton, George F. Kennan y Dean Acheson, que convencieron al presidente Truman de que se necesitaba urgentemente un programa especial de ayuda económica para salvar las economías vacilantes de Europa y sus instituciones democráticas en peligro. El resultado fue el famoso discurso que pronunció Marshall, en la Universidad de Harvard el 5 de junio de 1947 y del que forma parte la cita del encabezamiento.
Hay un aspecto del Plan Marshall que merece ser recordado muy especialmente. Estados Unidos inyectó 13.000 millones de dólares, de la época, en las economías europeas a lo largo de un periodo de cuatro años -la mitad en concepto de subvención- sentando así los cimientos del milagro económico del continente de los años cincuenta y sesenta.
No cabe duda de que el Plan Marshall no se debió tan sólo al altruismo sino a inteligentes intereses económicos de Estados Unidos, y a la política de frenar el avance del comunismo, pero en todo caso, este hecho no puede oscurecer los beneficios objetivos de la recuperación e integración europeas de que ahora disfrutan no sólo los propios europeos sino también Estados Unidos y el mundo entero.
España, aunque no recibió ayudas del Plan Marshall, se benefició indirecta y significativamente de los estímulos a las economías europeas y del proceso de integración europea que generó el Plan Marshall.
En el dilema económico del ajuste o el estimulo no está de más reflexionar sobre el Plan Marshall que decidió apostar firmemente por el segundo. Las valoraciones sobre el resultado del Plan suelen ser positivas, aunque también existen críticas negativas, especialmente desde el sector económico liberal, y en especial la Escuela Austríaca de Economía. Lo dicho el eterno debate entre el estimulo (Keynes) o el ajuste (Hayek); si bien, es verdad que con el Tratado de Estabilidad en fase de ratificación, a salvo el referéndum irlandés o la victoria de Hollande en Francia, Keynes queda fuera de la "ley", que no nos pase nada.
Por cierto, que gran película la de Berlanga "Bienvenido Mister Marshall:
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