miércoles, 23 de mayo de 2012

Reflexiones: las hogueras de las vanidades

Hoy, 23 de mayo, se cumplen 514 años de la muerte en la horca del dominico Girolamo Savonarola, el monje negro, cuyo cuerpo fue posteriormente quemado en la hoguera, acusado de herejía por denunciar la corrupción en la iglesia y del mismo Papa Alejandro VI, Rodrigo de Borja (Borgia en italiano).

Fue el organizador de las celebres "hogueras de las vanidades", donde los florentinos arrojaban al fuego todo aquello que se consideraban pecaminoso, incluso objetos de vanidad como espejos, maquillajes, vestidos refinados, instrumentos musicales. También tenía como objetivo libros inmorales como los de Giovanni Boccaccio , manuscritos con canciones seculares y cuadros. Entre los objetos destruidos durante esta campaña había varias pinturas originales sobre temas mitológicos clásicos realizados por Sandro Botticelli, puestas por él mismo en la hoguera.


Estatua de Girolamo Savonarola

Tales hogueras no fueron invento de Savonarola, sino que ya eran un acompañamiento usual a los sermones al aire libre de Bernardino de Siena. Si bien, la más famosa aconteció el 7 de febrero de 1497, cuando seguidores de Savonarola recogieron y quemaron en público miles de objetos en Florencia durante la fiesta del Martes de Carnaval.

Son varias las novelas que rememoran las "hogueras de las vanidades", entre ellas destaca "Amor y muerte en Florencia" de Sarah Dunant. Un libro de pasión, intriga, violencia, amores ilíictos, y también un excelente fresco de la Florencia renacentista, rodeada del arte más sublime y sumida en corruptelas y libertinajes. Alessandra, su protagonista, es una mujer excepcional, avanzada a su tiempo, cuyo mayor deseo es dedicarse a la pintura, algo que resulta inaceptable en la sociedad de la época. Su encuentro con un joven pintor contratado por su padre para que realice unos frescos en la capilla de la familia resultará decisivo. Es un artista excepcional, misterioso, que cada madrugada vuelve al palazzo con las ropas manchadas de sangre, mientras en la ciudad se están cometiendo unos asesinatos brutales. Matrimonios de conveniencia, crímenes, amores ilícitos y una presencia obsesiva del arte trazan el perfil de una época fascinante y repleta de contradicciones. En ese terreno, las prédicas del monje Savonarola atraen a las multitudes y amenazan con transformar la vida de los florentinos.


Las hogueras también sirvieron de inspiración para la novela de Tom Wolfe con ese título precisamente  "La hoguera de las vanidades", llevada al cine por Brian de Palma y protagonizada por Tom Hanks.







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