Hoy 27 de marzo de 2012, Washington celebra “
El Festival Nacional de los Cerezos en Flor”, que en esta edición conmemora el primer centenario de la plantación en el
West Potomac Park de los árboles que Japón regaló a Estados Unidos, como acto diplomático en agradecimiento por la mediación norteamericana que puso fin a la guerra ruso-japonesa. Hoy en día los cerezos de Washington son una de las principales atracciones turísticas de la ciudad que atrae cada año a más de un millón de visitantes.
Este festival se viene celebrando desde 1935 y es en 1944 cuando adquirió su formato actual de dos semanas de duración. Su organización corre a cargo de la
compañía National Cherry Blossom Festival Inc., que actúa coordinando la actuaciones de distintas organizaciones gubernamentales, cívicas y de negocios.
Los japoneses celebran desde hace siglos la fiesta de los cerezos en flor, como un acontecimiento dirigido a reflexionar sobre la vida y en el que se consumen grandes cantidades de bebida. En este punto se diferencia de la celebración en Washington, donde el consumo de alcohol en los parques está prohibido.
A pesar del éxito actual de la iniciativa, esta comenzó con mal pie ya que en 1910, las autoridades estadounidenses quemaron un envío inicial de 2.000 árboles por orden del Departamento de Agricultura, que dictaminó que los mismos podrían ser portadores de plagas de insectos y de enfermedades. El entonces secretario de Estado,
Philander Knox, trató de disculparse por la decisión a través de una carta de arrepentimiento transmitiendo a las autoridades japonesas sus disculpas sobre la que calificó como "dolorosa" decisión.
Sin embargo, Japón, a través del alcalde de Tokio
Yukio Ozaki, envío dos años más tarde un nuevo cargamento de 3.020 árboles, que se plantaron con éxito en una ceremonia encabezada por la entonces Primera Dama,
Helen Herron Taft.
Un nuevo revés se produjo cuando el Japón y los Estados Unidos entraron en guerra. En 1941, cuatro árboles fueron talados como “venganza” por el ataque japonés a
Pearl Harbor, pero los estadounidenses se organizaron de manera informal para proteger los árboles hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
En 1965, Japón donó otros 3.800 árboles, que son conocidos en japonés como "
sakura".
Ann McClellan, autora del libro "
The Cherry Blossom Festival: Sakura Celebration”, afirma que los visitantes de Washington, recuerdan la influencia japonesa, ya que los árboles llevan un "mensaje general": "
cuando estoy por el Tidal Basin y escucho las conversaciones de las personas mientras caminan bajo las flores, estas versan a menudo sobre lo breve y hermosa que es la vida, y sobre lo importante que es sacar el máximo provecho de ella". "
Eso es ciertamente lo que los japoneses creen. Pero ahora todos lo hemos aceptado".
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Turistas japoneses |
Preciosas imágenes, pero en todo caso, no nos olvidemos de nuestro maravilloso
Valle del Jerte cuyos cerezos ya han empezado a florecer en la zona más cálida y que se encuentra en plena celebración de la
Fiesta de Interés Turístico Nacional del Cerezo en Flor, del 23 al 31 de marzo.
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Valle del Jerte |
A día de hoy la floración está al 25 % (referencia de Cabezuela del Valle). Las flores durarán unos 15 días dependiendo de la climatología de la zona.
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Valle del Jerte |
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